
Desde niño tenía la intención de escribir, he sido muy observador, a ratos soy muy callado; incluso me han tildado de autista; pero siempre he estado en un continuo analisis de todo lo que observo, las ideas fluyen, y cuando se alborotan debo hacer un ordenamiento interno; entonces nace el poder escribir.
Aclaro que no lo logré en mis primeros años, pero ya pasados los 40, empecé a organizar un poco lo que observaba de la vida, de mi vida.
Aceptalo todo dice nuestro autor invitado; cuando soy testigo de ciertos acontecimientos, e ido aprendiendo a aceptar que si estoy ahì es por qué debo extraer una historia con un aprendizaje. Entonces escribir se convirtió en mi propósito último y más importante. Me aclaro; luego de las responsabilidades de la vida conmigo y con mi familia; creo espacios para dar forma y relatar lo observado.
Todo lo creado tiene un propósito; tú también, navega en tu interior, disfrúta tus deseos y gustos.